Momentos en los que no es recomendable tomar café

El café tiene algunos efectos secundarios que pueden afectar a nuestra salud si lo tomamos en exceso o en momentos inadecuados.

El café es una de las bebidas más populares y consumidas en el mundo. Sus efectos estimulantes y su sabor agradable lo convierten en un aliado para empezar el día, combatir el sueño o disfrutar de una buena conversación. Sin embargo, no todo son ventajas. El café también tiene algunos efectos secundarios que pueden afectar a nuestra salud si lo tomamos en exceso o en momentos inadecuados. En este artículo te contamos cuáles son esos momentos y por qué deberías evitar el café en esas situaciones.

Mujer durmiendo

Antes de dormir

Quizás sea el momento más obvio, pero también el más importante. El café contiene cafeína, una sustancia que actúa sobre el sistema nervioso central y que nos mantiene alerta y despiertos. Si tomamos café antes de irnos a la cama, estamos interfiriendo con nuestro ciclo natural de sueño y dificultando que podamos conciliar el sueño o tener un sueño profundo y reparador. Esto puede provocar que al día siguiente nos sintamos cansados, irritables y con falta de concentración. Además, la falta de sueño puede tener consecuencias negativas a largo plazo para nuestra salud física y mental, como aumentar el riesgo de obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares o depresión. Por eso, se recomienda evitar el consumo de café al menos 6 horas antes de acostarnos.

Hombre comiendo

Después de comer

Otro momento en el que muchas personas suelen tomar café es después de comer, ya sea para ayudar a la digestión o para evitar la somnolencia postprandial. Sin embargo, esta costumbre también puede ser perjudicial para nuestra salud. Por un lado, el café puede interferir con la absorción de algunos nutrientes esenciales, como el hierro, el calcio o el zinc, lo que puede provocar deficiencias nutricionales si se hace de forma habitual. Por otro lado, el café puede estimular la producción de ácido gástrico y causar acidez, reflujo o gastritis, especialmente si se toma junto con alimentos grasos o picantes. Por eso, se recomienda esperar al menos una hora después de comer para tomar café, o mejor aún, sustituirlo por infusiones digestivas como la manzanilla o el anís.

Hombre levantando pesas

Antes de hacer ejercicio

Muchos deportistas recurren al café como una forma de mejorar su rendimiento físico, ya que la cafeína puede aumentar la resistencia, la fuerza y la velocidad. Sin embargo, esto no significa que sea bueno tomar café justo antes de hacer ejercicio, ya que también puede tener efectos contraproducentes. Por ejemplo, el café puede provocar deshidratación, ya que tiene un efecto diurético y nos hace perder líquidos y electrolitos a través de la orina. Esto puede afectar a nuestra capacidad de regular la temperatura corporal y aumentar el riesgo de sufrir calambres, mareos o golpes de calor. Además, el café puede aumentar la presión arterial y la frecuencia cardíaca, lo que puede ser peligroso si tenemos alguna condición cardiovascular o si hacemos un ejercicio muy intenso. Por eso, se recomienda evitar el consumo de café al menos 3 horas antes de hacer ejercicio, o limitarlo a una cantidad moderada (menos de 200 mg de cafeína).

Durante el embarazo o la lactancia

El café también puede ser perjudicial para las mujeres embarazadas o lactantes y sus bebés. Esto se debe a que la cafeína atraviesa la placenta y llega al feto, que no tiene la capacidad de metabolizarla adecuadamente. Esto puede afectar al desarrollo del bebé y aumentar el riesgo de complicaciones como aborto espontáneo, parto prematuro, bajo peso al nacer o malformaciones congénitas. Además, la cafeína también pasa a la leche materna y puede alterar el sueño y el comportamiento del bebé lactante. Por eso, se recomienda reducir al máximo el consumo de café durante el embarazo y la lactancia, o no superar los 200 mg de cafeína al día (unos dos cafés).

Ojos con locura

Cuando estamos estresados o ansiosos

El café también puede tener un impacto negativo en nuestro estado emocional si lo tomamos cuando estamos estresados o ansiosos. Esto se debe a que la cafeína puede potenciar los efectos del estrés y la ansiedad sobre nuestro organismo, como el aumento de la liberación de cortisol, la hormona del estrés, que nos hace sentir más nerviosos, agitados e irritables. Además, el café puede provocar síntomas físicos similares a los de la ansiedad, como taquicardia, temblores, sudoración o dificultad para respirar, lo que puede generar un círculo vicioso de malestar y preocupación. Por eso, se recomienda evitar el consumo de café cuando estamos pasando por una situación de estrés o ansiedad, o buscar otras formas de relajarnos y afrontar el problema, como la meditación, el ejercicio o la terapia.

Conclusión

El café es una bebida que tiene muchos beneficios para nuestra salud, pero también algunos riesgos si lo tomamos en exceso o en momentos inadecuados. Por eso, es importante conocer cuáles son esos momentos y evitar el consumo de café en esas situaciones. Así podremos disfrutar del café sin perjudicar nuestra salud y nuestro bienestar.

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